DEMOCRACIA Y FINANCIAMIENTO PÚBLICO A LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN MÉXICO?:REFLEXIONES CRITICAS PARA UN DEBATE.
Frente al malestar generalizado por el alza en el precio de los combustibles,Gobernadores,legisladores y diversos sectores de la sociedad civil exigen una reducción a los fondos públicos que reciben los Partidos Polìticos en Mèxico.Este año,las nueve fuerzas políticas con registro nacional recibirán 4 mil 59 millones de pesos del erario,además del financiamiento local con el que cuentan en los estados.A lo anterior se agregan 178 millones de pesos adicionales al financiamieto público para pagos de secretarias,órganos de vigilancia,boletos de avión y apoyos administrativos.Siempre insatisfechos los Partidos Políticos recurren en cada elección a una danza millonaria de dinero público que se mueve por debajo de la mesa,sin que el INE siquiera pueda evitar o sancionarlo.En esta perspectiva,desde hace mucho tiempo se han planteado demandas e iniciativas que apuntan a la siguiente interrogante:¿Deben Desaparecer el Financiamiento Pùblico a los Partidos Polìticos en Mèxico?:.Desde las iniciativas que plantean vincular el financiamiento no con el padrón electoral sino con los votos que realmente se obtengan, hasta quienes pretenden eliminar el finaciamiento público a los Partidos Políticos,permitiendo las cuotas privadas y de manera paralela creando estrictos mecanismos de transparencia.el tema de recortar dinero público a los Partidos Políticos se ha colocado como prioritario en la Mesa de la Agenda Nacional.A la especie de eliminar o reducir al máximo el financiamiento público a los partidos,hay que ponerle enfrente su inevitable corolario:sería el dinero de particulares,y especialmente de grandes grupos de interés económico,el que nutrirìa y definiría el poderío de las campañas.De verdad en este contexto de inseguridad ¿queremos que los actores políticos vayan a buscar dinero a cualquier lugar?.En Reflexiones Crìticas para un debate consideramos que son tiempos complejos y es vàlido plantearse fórmulas de austeridad en las campañas,pero al eliminar el financiamiento pùblico y privatizar en los hechos la contienda política,el remedio pùede ser peor que la enfermedad.
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