Desafíos de los gobiernos estatales en la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción
De acuerdo con datos obtenidos de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica del INE (2017-2023), los factores que inhiben la participación ciudadana en México son: corrupción, desigualdad, impunidad y discriminación. Diagnóstico que se fortalece con los hallazgos del estudio de la Anatomía de la Corrupción en su 2ª Edición (Casar, 2016), cuando el 79% de la población considera que el problema de la corrupción es serio e involucra no solo al gobierno, sino a las empresas y al sector social. Por ello la importancia de fortalecer la participación ciudadana en el combate a la corrupción, especialmente después del ejercicio de cultura cívica que vivimos con el Sistema Nacional Anticorrupción y que este año debe armonizarse con las legislaciones locales del país. Desde esta perspectiva, en un contexto de indiferencia y desconfianza que revela el malestar social y descontento con los resultados de nuestra democracia, la cultura cívica enfrenta importantes desafíos, como es fortalecer nuestra calidad ciudadana (que afecta tanto a gobernantes como a gobernados); acceder a la información pública (lo cual es un derecho constitucional y no una concesión del Estado), así como una mayor rendición de cuentas y transparencia del gasto público. La Estrategia engloba un conjunto de políticas públicas y actores sociales para crear las condiciones que mejoren nuestra cultura cívica participativa, a fin de recuperar el espacio público y el poder ciudadano que frene los abusos del poder y acelere la exigencia de buenos gobiernos locales; a lo que se suma el Tecnológico de Monterrey.
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