La efectividad en la Protección de los Derechos Humanos en México
Llamada la reforma constitucional en materia de derechos humanos de mayor profundidad y trascendencia en el México contemporáneo y transcurridos ya seis años de su publicación en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio, resulta importante hacer una revisión de los puntos principales que la reforma aportó al ámbito jurídico, y que cambiaron la forma de concebir, interpretar y aplicar los derechos humanos en México. Antes de 2011 la intención de las reformas era limitar los derechos, ampliar las facultades de la autoridad encargada de investigar y perseguir los delitos; ahora se trata de proteger a la persona, ampliar sus derechos y buscar garantizarlos de la mejor manera. México logra así, una adecuación al marco jurídico internacional de la protección de los derechos fundamentales de las personas. La reforma se da en un contexto histórico en el que se requerían cambios fundamentales a la Constitución, dado que para junio de 2011 el gobierno mexicano había cumplido 12 años de haber aceptado la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y a su vez había firmado y ratificado la mayoría de los tratados de derechos humanos, tanto del sistema interamericano como del sistema universal de la Organización de las Naciones Unidas. Por otra parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para ese entonces había conocido de los primeros seis casos contenciosos en los que el Estado mexicano había sido declarado como responsable internacionalmente de violaciones a derechos humanos. Los temas de los casos eran y siguen siendo especialmente sensibles, pero habiéndose constatado a nivel internacional que el Estado mexicano era deficiente en la tutela de los derechos humanos, la reforma era necesaria. Resulta interesante e importante ahora, a los 100 años de la Constitución, hacer un análisis de la efectividad que la reforma constitucional de 2011 ha tenido en la protección de los derechos humanos en México, y señalar los principales obstáculos a los que hay que enfrentarse para acceder a esa protección, tomando en cuenta que los derechos humanos son un factor fundamental para consolidar una sociedad justa y democrática.
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