La violencia de género en el trabajo. Diferencias y estigmatización en el salario de las mujeres.
La violencia implica el uso de la fuerza, el uso del poder sobre algo o sobre alguien. Cuando se habla de violencia ejercida contra la mujer, se refiere al ejercicio del poder para someterla, dominarla controlarla y agredirla. Tal situación no escapa a su ámbito de participación laboral donde son víctimas de discriminación por género, por estado de gravidez, entre otras; lo que ocasiona la percepción salarios dispares no obstante que cumplen jornadas y actividades de trabajo iguales a las que realizan los hombres. Esta desigualdad de hecho ha dado pie a que se les utilice como bandera en campañas políticas, como es el caso de los últimos tiempos de una la propuesta de un “salario rosa” para el trabajo que realizan las amas de casa por parte de un candidato al gobierno del Estado de México, y ello no obstante que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha definido que las amas de casa realizan dentro de su hogar un trabajo que puede y debe ser remunerado; sin embargo los mecanismos de tal remuneración no se han definido en ninguna política pública nacional. A la fecha los estudios más recurrentes en materia de violencia y trabajo de las mujeres se han referido solo a explorar el posible impacto de la violencia intrafamiliar en la participación de la mujer en la fuerza de trabajo y en sus egresos. Sin embargo no se han realizado aquellos que se refieren a la violencia que se genera en los centros de trabajo en contra de ellas y la percepción de salarios desiguales e inequitativos. Existen diversas convenios y tratados internacionales de los que México es parte y cuyo fin último es dignificar e incorporar a la mujer en la esfera de los derechos humanos en sus distintas manifestaciones que la legislación mexicana ha recogido en algunos materias, sin embargo en la laboral todavía existe mucho camino por recorrer y efectivamente aplicar.
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